En el Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares utilizan una técnica llamada PEATC-A para detectar de forma precoz la sordera, lo que permite al niño adquirir el lenguaje con normalidad. El sistema registra el paso de las señal auditiva por el cerebro y obtiene el trazado de la actividad neuroeléctrica del nervio y de las vías auditivas. «La prueba es indolora, dura unos diez o veinte minutos y se realiza en los primeros días del nacimiento mientras el bebé está dormido para registrar los niveles correctos sin ninguna alteración», explica Olivia Oria de Rueda, de la Unidad de Neonatología del hospital y coordinadora del Programa de Detección Precoz de Hipoacusia en periodo neonatal.

Este problema afecta a cinco de cada mil niños y repercute en el desarrollo del lenguaje. La detección precoz antes de los tres meses de edad permite iniciar el tratamiento, lo que facilita que los pequeños no tengan problemas para adquirir un lenguaje normal. El origen de la hipoacusia es genético en el 50% de los casos, el otro 50% tiene su origen en infecciones congénitas y factores prenatales o postnales. Tiene especial importancia porque «en algunas ocasiones, el niño puede tener sordera congénita sin tener una causa reconocida, por ello es importante el cribado auditivo universal, ya que si la prueba se realiza exclusivamente en niños con factores de riesgo, sólo se detectaría el 50% de los casos», explica Olivia Oria de Rueda.

Redacción QUO