Se acaba de identificar un nuevo sapo de lomo de cabra pequeño como la uña del pulgar, que segrega una potente neurotoxina
Si eres pequeño y frágil, cabe pensar que no tiene mucho sentido tener colores brillantes para que tus depredadores te vean, ¿o sí? En la naturaleza, cuando un animal pequeño sobresale por sus colores, es seguramente porque es pequeño pero matón. O están haciéndose pasar por un animal venenoso o son de verdad muy venenosos.
Este es sin duda el caso de las ranas del género Brachycephalus, ya que poseen una neurotoxina bastante singular del grupo de las tetrodotoxinas que provoca graves parálisis. Los biólogos de la Universidade Estadual Paulista de Sao Paulo, han descrito en un estudio una nueva especie de estos sapos de llamativo color amarillo anaranjado fluorescente.
Esatos sapos viven en la sierra de la Mantiqueira, no muy lejos de Rio de Janeiro, pero hasta ahora sólo se han estudiado de forma superficial y, por tanto, se han agrupado con los sapos calabaza (Brachycephalus ephippium). Sin embargo, un examen más detallado muestra que los Brachycephalus rotenberga son bastante diferentes después de todo: Sus cabezas son muy redondas y sus vocalizaciones también suenan diferentes. Los análisis genéticos comparativos demostraron finalmente que los sapos son una especie distinta.
Los sapos de esta especie son diurnos y su piel presenta una fluorescencia verde bajo la luz ultravioleta, como la de otros miembros del género. Muchas especies de Brachycephalus tienen áreas de distribución muy pequeñas. Algunos viven incluso en menos de 100 hectáreas y se limitan a cimas de montañas allí donde las condiciones climáticas son adecuadas. La sierra donde vive Brachycephalus rotenberga es uno de los centros de diversidad de ranas de Brasil. Sin embargo, al igual que muchas regiones del cinturón de selva atlántica del país, está amenazada por la deforestación.
REFERENCIA
