Los monos también se ven afectados por sesgos cognitivos que les hacen interpretar la realidad de forma errónea, como los seres humanos

En psicología se llaman sesgos cognitivos los pensamientos irracionales que provocan que interpretemos la realidad de forma equivocada. Por ejemplo, pensamos que ganar la lotería es más fácil de lo que es, o que los placebos más caros nos hacen más efecto.

Otro sesgo muy común es la falacia del costo hundido. Cuando hemos dedicado mucho tiempo y esfuerzo a un proyecto que está destinado al fracaso, nos resistimos a abandonarlo porque le damos mucho valor. Sin embargo, el valor ya no existe (se ha hundido).

La falacia del costo hundido nos impide cambiar de carrera profesional, relación sentimental, trabajo o empresa, incluso cuando ya no merece la pena permanecer en ellas. Curiosamente, monos y otros animales también sufren de este problema.

Cuando nos apegamos a las cosas o a las personas debemos preguntarnos si hay buenas razones para seguir

La falacia del costo hundido tiene un origen evolutivo. Es un instinto que compartimos con especies como las ratas y las palomas. Una nueva investigación de la Universidad Estatal de Georgia en Estados Unidos ha descubierto que los monos capuchinos y los rhesus también presentan este sesgo.

En el estudio participaron 26 monos capuchinos y siete macacos rhesus. El ejercicio consistía en un videojuego, en el que debían alcanzaran un objetivo en pantalla usando un joystick (palanca de mando).

Si lograban capturar el objeto se les daba una recompensa. Tenían que superar diferentes rondas antes de un tiempo determinado (unos segundos) y si no lo conseguían comenzaba la ronda y podían volver a intentarlo.

Las rondas duraban muy poco, entre uno y siete segundos. Lo más lógico es pensar que, por probabilidad, si no conseguían el premio en el primer segundo sería mejor abandonar y comenzar de nuevo para obtener más recompensas lo antes posible.

El origen de este sesgo puede estar en que la paciencia y el compromiso son esenciales en la naturaleza para buscar comida, cazar o construir nidos

Sin embargo, la mayoría de los monos nunca abandonaban y continuaban intentando alcanzar el objetivo hasta que se terminaba el tiempo.

De las dos especies de monos, los rhesus fueron los más insistentes, aunque en general todos tendían a perseverar. Cuanto más tiempo habían invertido en alcanzar el objetivo, más probable era que completasen el tiempo de la prueba.

El estudio también señala que la incertidumbre es un elemento muy importante en la aparición de este sesgo. Es decir, no saber cuándo vamos a obtener un beneficio hace que dediquemos más tiempo y esfuerzo a una tarea, aunque sea en vano.

Piénsalo la próxima vez que decidas no cambiar de trabajo y esperar a ese aumento de sueldo que nunca llega.

REFERENCIAS

Capuchin and rhesus monkeys show sunk cost effects in a psychomotor task

Suboptimal choice in nonhuman animals: Rats commit the sunk cost error

 The sunk cost effect in pigeons and humans

Los monos capuchinos están en su edad de piedra