Hace tiempo sabemos que el calentamiento global está obligando a la fauna del planeta a desplazarse de sus hábitats, pero hasta ahora no se había comparado el ritmo al que ocurre esto en tierra y en los océanos

Un reciente estudio, publicado en Nature Ecology & Evolution, ha analizado 258 artículos científicos vinculados a estos cambios de hábitats. En ellos se describía un total de 30.534 cambios de hábitat en más de 12.000 especies de bacterias, hongos, plantas y animales.

Con esta información se creó una base de datos llamada BioShifts y la conclusión es que, si bien las especies terrestres se están acercando a los polos a medida que el planeta se calienta, este cambio es «a un ritmo mucho más lento”. Los autores, liderados por Jonathan Lenoir, de la Universidad Picardy Jules Verne, señalan que las especies marinas se movían hacia los polos “6 veces más rápido que las especies terrestres. Nuestros resultados sugieren que esta diferencia probablemente esté relacionada con la interacción entre el margen de seguridad térmica más amplio de las especies terrestres y marinas y el entorno físico más restringido para la dispersión en hábitats terrestres y marinos”.

A esto hay que sumarle que los animales marinos pueden migrar mucho más fácilmente si surge la necesidad. En tierra, la actividad humana a menudo impide o dificulta la migración de muchas especies.

Otro detalle importante es que los insectos (vinculados a muchas enfermedades) están entre los animales que más rápido se desplazaban hacia los polos, tanto entre los terrestres como los marinos.