La respuesta muy probablmente es «sí».  El animal de la foto es el que más votos ha tenido en un estudio en el que se pedía a los participantes que eligieran a qué animales proteger de la extinción

Hay muchas más donaciones para salvar osos panda que murciélagos en extinción (a estos últimos no va a haber quien los proteja después del lío en el que nos han metido). Pero, coronavirus aparte, ya antes de la pandemia conseguir dinero para financiar programas de protección a murciélagos y otras especies sin glamour era una trabajera poco grata. La generosidad se lleva más la mano al bolsillo si se trata de salvar delfines que tarántulas.

Sarah Papworth, bióloga conservacionista del Royal Holloway, en la Universidad de Londres, ha ideado un estudio para averiguar qué hace que unos animales nos parezcan merecedores de futuro y cuáles entran en la categoría mosca (a quien nadie ve con cariño).

Sarah se asoció con el artista Rory McCann para diseñar una colección de cientos de bestias fantásticas. Su objetivo era averiguar  cuál de estos animales estás dispuesto a apoyar. El uso de animales imaginarios, que no podían compararse con elefantes o sanguijuelas, obligó a la gente que participó en el estudio a centrarse sólo en la estética.  El 37% de los voluntarios se sentía más inclinador a hacer donaciones para animales con estas características:

  • Los animales imaginarios que eran más grandes y más coloridos,
  • Animales pintados con colores fríos como el azul y el  púpura.

El que se llevó más votos: peludo y con rayas de colores

El resultado fue que los donantes estaban más dispuestos a pagar para conservar esta gran y colorida bestia imaginaria, en comparación con sus primos menos atractivos.

Ilustración de un animal imaginario

Este bicho de colores ha sido el  ganador  de todos los votos de los conservacionistas que han participado en el estudio.  Ilustración de RORY MCCANN

Los menos votados

Los animales más pequeños, con colores menos vibrantes, quedaban descartados.

Animal imaginario

Los animales imaginarios más pequeños y menos coloridos como éste se consideraban menos atractivos. RORY MCCANN

Un rasgo que no gusta a los humanos

Algunos rasgos se asocian con la peligrosidad del animal.

Los potenciales donantes comentaron que la gran nariz de este animal lo hacía parecer malvado. RORY MCCANN

Las asociaciones que trabajan con tigres recibieron seis veces más donaciones que las que trabajan con tiburones y murciélagos

Para asegurarse de que sus hallazgos no se limitaban a bestias imaginarias, el equipo dio 50 centavos a cada persona para donar a organizaciones benéficas de animales reales. Las organizaciones benéficas que recaudan fondos para los tigres, la opción más popular, recibieron seis veces más donaciones que las organizaciones que trabajan con  tiburones y murciélagos.

Otro estudio realizado en el Parque Zoológico de París halló igualmente que especies grandes y multicolores como las jirafas y los jaguares recaudan 46 veces más fondos que los buitres y tarántulas.

El extraordinario caso de los monos probóscide

Mono narigudo

Mono narigudo

Aún así, la fórmula no es perfecta. Un estudio reciente en Polonia descubrió que los monos probóscide -que una vez fueron etiquetados como el primate más feo del mundo por su extraña y larga nariz- recibieron un aumento de las donaciones a través de la financiación colectiva después de protagonizar populares memes que se burlaban de su apariencia. Es una señal prometedora para los conservacionistas que trabajan para proteger a los animales con menos encanto.