Durante décadas, el director Chris Bryan  se ha especializado en retratar el mundo del surf. En particular se ha especializado en imágenes de alta velocidad. Tanto que ha creado él mismo sus propios accesorios para las carcazas submarinas de las conocidas cámaras Phantom.

MOCEAN es el último cortometraje de Bryan y en él los humanos no son los protagonistas, solo las olas y los paisajes marinos.

“Me encanta filmar en el océano – explica Bryan –, no es solo un trabajo, es una pasión. Y a veces es bueno documentar las olas sin que los surfistas las monten. La sensación de saltar de las rocas en la oscuridad solo para capturar los primeros rayos de luz que golpean el océano sin tener otra alma a la vista es inexplicable, es una de las sensaciones más increíbles”.