Su nombre real es Eudyptes chrysolophus, aunque todo el mundo le conoce como pingüino macaroni. Según explica la Agencia SINC en su último #Cienciaalobestia, este apodo nada tiene que ver con la comida italiana, sino que su origen se «remonta a la Inglaterra del siglo XVIII. En esa época, los hombres obsesionados con la moda europea que llevaban plumas en pelucas y sombreros y tenían una pose rimbombante recibían el término peyorativo de macaroni». Solo tenéis que fijaros en las plumas que adornan la cabeza del pingüino para hallar la vinculación con los caballeros británicos.

Es la especie de pingüinos que mayor número de individuos tiene pero, a pesar de ello, BirdLife International la incluyó en una lista de animales vulnerables ya que su población se ha reducido un 30% durante los últimos 30 años.

Fuente: Agencia SINC