La lesión de la madre

La entrañable historia tiene lugar en el Australia Zoo Wildlife Hospital hace un par de días. No te pongas triste, pues aunque sea un spoiler, la situación tiene un final feliz.

Lizzy, que es el nombre que le han puesto los conservadores a la mama koala, entró ingresada porque fue atropellada por un coche en Australia mientras transportaba a su cría. El accidente le causó un traumatismo craneoencefálico y le colapso uno de sus pulmones. La cría, llamada Phantom, resultó ilesa.

 

Crédito foto: Australia Zoo Wildlife Hospital

Phanton llena de mimos a su madre

En este punto es cuando la historia se vuelve realmente maravillosa. Mientras Lizzy estaba siendo atendida por los especialistas, el pequeño Phantom de sólo seis meses se aferró a su madre y no había forma de que la soltase.

Recordemos que, al igual que los canguros, los koalas pertenecen a un grupo de mamíferos conocidos como marsupiales. Por esta razón, las madres portan a sus hijos en una bolsa durante aproximadamente 7 meses.

 

Crédito foto: Australia Zoo Wildlife Hospital

Se negó en todo momento a ser separado de su madre

Hasta casi que cumplen el primer año, los bebés koala son muy dependientes de su madre. Ellas les portan en sus bolsas y cuando son demasiado grandes para entrar en ellas, les transportan en la espalda.

Son su modelo de conducta, ya que les enseñan a trepar por los árboles, a seleccionar la comida y cuando cumplen el año, les animan a hacer excursiones solos. Este largo tiempo al lado de su progenitora, mayor que en otros mamíferos, y el hecho de que las mamás koala sólo suelen tener una cría al año, hacen que la relación entre ambos sea más estrecha que en otros animales.

Crédito foto: Australia Zoo Wildlife Hospital

Los veterinarios le dejaron ‘acariciarla’ durante toda la cirugía

Cuando Phanton se haga mayor, alrededor de los 12 meses de edad, su madre le permitirá hacer pequeñas excursiones sin alejarse demasiado. Si Lizzy vuelve a tener crías, dejará de amamantarle, aunque permitirá que se quede cerca de ella hasta como máximo los 18 meses.

Una vez cumplida esta edad, Lizzy tendría que ahuyentarle, aunque si no vuelve a quedarse preñada podría permanecer con ella hasta los tres años.

Crédito foto: Australia Zoo Wildlife Hospital

Los cuidadores no se resistieron a fotografiar la bella escena

La población de estos marsupiales dispone de un sistema de organización y comunicación bastante complejo con el fin de garantizar su cohesión social.

Su sistema está jerarquizado y cada uno tiene una posición dentro de su organización que les hace comportarse de una manera determinada. 

Con el fin de marcar lugares de encuentro, marcan los árboles con sus excrementos. Las hembras lo hacen con el olor de sus glándulas mamarias y los machos con su orina.

Por fortuna a Phanton le queda mucho tiempo aún por delante para disfrutar de su madre. Es de agradecer que el hospital para la Vida Salvaje de Australia haya divulgado estas fotografías.

Crédito foto: Australia Zoo Wildlife Hospital