Hace más de un siglo que a Alfred Date le cuesta decir que no cuando le piden un favor. Fue así como el hombre más viejo de Australia, con 109 años de edad, se vio de la noche a la mañana tejiendo jerseys para los protegidos de la Phillip Island’s Penguin Foundation.

Corría el año 2001 cuando esta fundación de la australiana Isla Phillip pidió a sus habitantes que les ayudasen a confeccionar diminutas prendas de punto para sus pingüinos azules. Esto fue a consecuencia del mayor vertido de crudo acaecido en la zona, que ocasionó un obligado rescate de 438 ejemplares. Por fortuna, el 96% de ellos pudo volver a su hábitat natural.

Anualmente, la Fundación tiene que hacerse cargo de un grupo de 20 pingüinos. Es en ese momento cuando lanza la petición a los ciudadanos para que colaboren en la medida que puedan con la conservación de estas aves. Unos aportan dinero y otros como Alfred dedican su maña a tejer jerseys para su pequeño cuerpecillo. Según aseguran desde la asociación, la prenda de lana impide que este ave marina limpie su cuerpo y se impregne de petróleo el pico. Además le mantiene abrigado hasta que los voluntarios consideran que está preparado para volver a su medio natural.

Las habilidades de Alfred no pasaron desapercibidas para sus cuidadoras de la residencia, que veían con que maña desenfundaba y se desenvolvía con un par de agujas de lana. No se equivocaban, pues Fred tiene 80 años de experiencia en el arte de tejer. Fueron ellas quienes le informaron de la existencia del programa y, desde ese momento, añadió a los pingüinos a su lista de amigos y familiares a los que hacer calentitos regalos.

Los pingüinos azules

Aunque los Eudyptula minor no están en peligro de extinción, sí es cierto que aquellas colonias que conviven en áreas de alta densidad humana están amenazadas con peligros como la polución o animales salvajes. Son la especie de pingüino más pequeña: pesan como mucho un kilo y pueden alcanzar los 40 cm de altura. Se alimentan de pequeños animales marinos, pescado y calamares, raciones que no les cuesta nada conseguir ya que son unos magníficos nadadores.

En esta fotogalería podrás conocer a Alfred y los jerseys que, tanto él como otros voluntarios, han tejido para estos simpáticos ejemplares.

Vía | The Daily Dot

Modelo Superman

Algunos tejen para sus nietos y otros para los pingüinos, como es el caso de nuestro protagonista de 109 años.

La prenda no sólo le calienta y realza su figura, sino que evita que el petróleo adherido a su cuerpo acabe en su pico.

Modelo tarde playera

Los pingüinos azules son los más pequeños de todos. Miden unos 40 cm y pesan apenas un kilo.

Estilo propio, no copio

Cualquiera diría que en realidad está posando para la foto.

Un jersey para salvar la vida de un pingüino

La Fundación lanza la campaña anualmente, ya que tiene la obligación de atender a 20 pingüinos cada año.

Modelo raspa

Aunque los Eudyptula minor no están en peligro de extinción, sí es cierto que aquellas colonias que conviven en áreas de alta densidad humana están amenazadas con peligros como la polución o animales salvajes.

¡¡Supermaaaaaaaan!!

Se alimentan de pequeños animales marinos, pescado y calamares, raciones que no les cuesta nada conseguir ya que son unos magníficos nadadores.

Salvando pingüinos desde 2001

Corría el año 2001 cuando esta fundación de la australiana Isla Phillip pidió a sus habitantes que les ayudasen a confeccionar diminutas prendas de punto para sus pingüinos azules. Esto fue a consecuencia del mayor vertido de crudo acaecido en la zona, que ocasionó un obligado rescate de 438 ejemplares. Por fortuna, el 96% de ellos pudo volver a su hábitat natural.

Jersey anti-veneno

La intención es conseguir que no mueran envenenados intentado acicalarse.

Foto de grupo

Los modelos posan con algunas de las prendas de esta temporada.

Alfred Date, el hombre más viejo de Australia

Las habilidades de Alfred no pasaron desapercibidas para sus cuidadoras de la residencia, que veían con que maña desenfundaba y se desenvolvía con un par de agujas de lana. No se equivocaban, pues Fred tiene 80 años de experiencia en el arte de tejer. Fueron ellas quienes le informaron de la existencia del proyecto y, desde ese momento, añadió a los pingüinos a su lista de amigos y familiares a los que hacer calentitos regalos.