Este enternecedor bebé gorila nació sin complicaciones el pasado sábado. Por desgracia tuvo que empezar a luchar por su vida desde el primer minuto. Habitualmente, las crías se aferran a la espalda de su madre durante los primeros tres o cuatro años de vida. No maduran hasta los 10 o 12 años (en cautividad algo antes), pero en sus primeros meses de vida, la presencia materna para ellos es indispensable.

Desafortunadamente Ndjole, que es como se llama la madre, no ha mostrado ningún interés por su retoño. Tras una gestación de ocho meses, le dejó abandonado a su suerte, eliminando casi todas sus posibilidades de sobrevivir.

Irónicamente, en pleno debate acalorado sobre el trato que los seres humanos dan a estos animales en zoo y circos, para suerte del pequeño primate el parto se produjo en el Zoo de Oklahoma (EEUU). Los veterinarios del recinto esperaron pacientemente un día por si la mamá gorila daba el menor signo de interés: «Se intentó que Ndjole se vinculase con su bebé en las primeras 24 horas, pero no mostró ningún interés, poniendo la vida del recién nacido en riesgo» asegura D’Agostino, uno de los veterinarios.

Se han observado varios abandonos de este tipo entre gorilas, pero no es lo más habitual. En enero de este año, Kabibe nació en el Zoo de San Francisco y nada más llegar al mundo fue despreciada por su madre. Aunque en este caso la pequeña bebé gorila tuvo algo más de suerte, ya que su abuela, tras ver lo sucedido, se hizo cargo de ella como ya había hecho cinco meses antes con otro bebé del grupo. 

Vía | mirror.co.uk

Dejado de la mano de Darwin

Afortunadamente, tuvo un final feliz. 

¿Cómo no quererle?

Resulta difícil pensar que una mamá gorila no se enamorase de esa simpática cara.

Una reflexión

Mi compañera y amiga América Valenzuela me envía esta imagen. Creo que contiene una gran reflexión.