Esta es la historia de cómo un pequeño bebé babuino del norte de Selinda (Botswana, África), consiguió salir con vida de las fauces de un grupo de leonas hambrientas. De hecho, una de ellas, acababa de matar a su madre.

Las circunstancias parecían previsibles: el joven papión, de carne tierna e indefenso, parecía el siguiente en caer. Lisa Holzwarth y Evan Schiller, ambos fotógrafos, estaban cerca para capturar la inesperada escena que estaba a punto de producirse. Según han declarado para diferentes medios, recuerdan que «un grupo de unos 40 babuinos se dirigía hacia nosotros haciendo mucho ruido. Después, treparon por los troncos de los árboles cercanos lo más rápido que pudieron, ya que ¡estaban siendo perseguidos por una manada de leones!«.

«Entre los babuinos chillando presos del pánico y las leonas emitiendo sus profundos rugidos, la escena se convirtió en una auténtica locura» recuerda Holzwarth. Pero lo que pasó después les sorprendió profundamente. La misma leona que había matado a su madre, se percató de la existencia del bebé papión. Soltó a su presa reciente y se dirigió donde estaba el pequeño, que hacía lo imposible por subirse a un árbol para refugiarse… sin éxito: su débil musculatura no se lo permitía.

¿Qué pasó entonces? ¿Cuál fue el giro de los acontecimientos? Os lo contamos paso a paso en esta fotogalería:

Esta presa es mía

La leona termina con la vida de la madre del bebé babuino. Cuando su presa ha caído, se percata de que el pequeño papión está intentando huir.

(Foto: Evan Schiller)

Misión imposible: la huida

El bebé trata de alejarse de la leona y subir a un árbol, pero no tuvo la suficiente fuerza para realizar la hazaña. La leona se dirige hacia allí a investigar.

(Foto: Evan Schiller)

Un giro inesperado

En lugar de responder a su instinto depredador… ¡ella comienza a jugar con el babuino!

(Foto: Evan Schiller)

Con el babuino acunado entre sus patas

Tras un rato de juegos y carantoñas varias, la leona recogió al pequeño babuino y lo colocó entre sus patas.

(Foto: Evan Schiller)

Soy el bebé babuino, tú mataste a mi madre… ¿me das de comer?

Sorprendentemente, según narran ambos fotógrafos, el bebé babuino ¡trató de mamar de la leona!.

(Foto: Evan Schiller)

¿Vas a comerte a ese babuino?

Un grupo de machos intentan acercarse hasta la leona con el fin de saber si va a terminarse la comida o es ‘para compartir’. La leona, como se puede ver en la foto, deja bien clara su postura: nadie hará daño al bebé.

(Foto: Evan Schiller)

Aparece un nuevo personaje en la reyerta

Otro giro inesperado. El padre del pequeño babuino, agazapado en un árbol, ha visto toda la escena y espera su momento para actuar. Mientras la leona discute con sus compañeros sobre el destino del pequeño, el padre sale de su escondite y recoge al bebé en un descuido de la leona.

(Foto: Evan Schiller)

Por fin en casa

Una vez a salvo, el padre intenta tranquilizar al pequeño. Según Holzwarth: «me conmovió la forma tan dulce en la que el padre babuino sostenía al pequeño en brazos tras la traumática experiencia».

Y añade: «el pequeño babuino es una inspiración para mí,  y un recordatorio de que la vida es frágil. No importa lo mucho que luchamos para controlar sus resultados, lo único que podemos hacer es vivir en el momento.»