Mientras la acuicultura se presenta como un sector en alza, la ingeniería genética le ofrece herramientas para aumentar la producción y solventar problemas de la cría colectiva, como el rápido contagio de enfermedades. Desde Canadá a China, los laboratorios prueban a introducir ADN de unas especies en otras para obtener peces que aporten más alimento con menos recursos, se muestren más resistentes a los patógenos y puedan metabolizar dietas vegetales como alternativa a los piensos elaborados con otras especies marinas. Todos tendrán que pedir su propia aprobación, pero el salmón AquAdvantage puede abrirles el camino.

Grande y resistente

Distintos proyectos han aliñado al pez gato con genes de salmón que aceleran su crecimiento en un 33%, y con otros de la polilla de seda que codifican proteínas antibacterianas.

Medakas para todos los gustos

Con un gen del hongo Aspergillus niger (moho del tomate), por ejemplo, este pez japonés metaboliza el fósforo de las plantas. Y con otro humano, sobrevive mejor a la dieta vegetal.

Carpas más robustas

En China se han probado genes del salmón, de los humanos (sí, humanos) y de la trucha para darles resistencia a la falta de oxígeno y a las enfermedades.

Con chocolatina

Del 15 al 20% más de músculo desarrolló la trucha arcoiris cuando el equipo de Terry Bradley, de la Universidad de Rhode Island (EE UU), le añadió genes inhibidores de la proteína miostatina.