Paso.

Si hay escasez en la época de apareamiento, muchas especies ni lo intentan esa temporada. Las ciervas, por ejemplo, ni siquiera ovulan y, por tanto, apenas hay berrea. Otra opción es preñarse, pero de crías hembras, ya que los machos deben nacer grandes para tener éxito de adultos y necesitan más recursos.

Bichito precavido vale por toda la colonia

Quienes mejor lo tienen cuando sobrevienen los malos tiempos son aquellos que han ahorrado con antelación. Además de las típicas madrigueras de las ardillas y los ratones de campo, hay especies que utilizan su cuerpo como almacén. Alberto Tinaut, de la Universidad de Granada, nos habla de la casta de hormigas odre de especies desérticas de los géneros Myrmecocistus, Camponotus y Proformica. Enrique Font, de la Universidad de Valencia, apunta además el truco de esconder con astucia los manjares. “El cascanueces oculta miles de semillas en escondrijos individuales. Luego, regresa a buscarlas en el orden en que las guardó, para que no se estropeen”, dice.

Por las buenas

A veces, las carencias mueven a la solidaridad. En los chacales y los rabilargos existe la figura de los ayudantes de cría. Son machos de la colonia que ayudan a los padres a buscar alimento para su camada. En la sequía de 1995 se detectaron hasta 9 ayudantes en un solo nido de rabilargos.

Nosotras parimos…

Si la criatura ya está en camino cuando la madre detecta que no podrá sacarla adelante con éxito, suele producirse un aborto. En animales con una cría, es más frecuente que pierdan a los machos. En especies con camadas, como el coipú de la foto, abortan más si hay mayoría de fetos machos.

Por las malas

Y a veces, las carencias mueven al asesinato. Muchas crías se cargan a sus hermanos cuando no hay para todos. Algunas se limitan a acaparar la comida, pero el pollo del quebrantahuesos agrede a su único compañero de nido hasta matarlo.

Mejor no hacer ascos a nada

Cuando no encuentran su menú favorito, los animales buscan alimentos alternativos a la dieta habitual. Los papiones de la imagen suelen alimentarse de frutas, pero tampoco hacen ascos a pequeños mamíferos. El etólogo Carlos Gil vio a un grupo de ellos arrancar cardos silvestres secos en Cádiz. Al acercarse, comprobó que ingerían sus jugosas raíces.

No toy

Cuando le falta agua, un recurso indispensable para ella, la rana Lepidobatrachus llanensis se entierra en un capullo de lodo hasta que vuelve a llover. Así puede pasar años.

Por las ¿peores?

En ocasiones son los padres los que racionan las existencias con dureza. Muchos abandonan a las crías que no pueden alimentar y otros, como el alcatraz de patas azules, ceban con preferencia al pollo más fuerte.

Para todos

En grupo. Los buitres cooperan entre sí porque la carroña aparece de forma ocasional y suele ser suficiente para muchos individuos.

En solitario. El águila come presas más pequeñas y repartidas por el territorio que él vigila, y que debe de­fender con fiereza.