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Ver imágenes así, me rompe el corazón. ¿Cómo podemos ser tan insensibles hacia lo que nos da la vida y demostrar nuestro agradecimiento a la madre naturaleza atentando contra ella misma y, en consecuencia, contra el resto de los seres vivos del planeta?

Tenemos que ser conscientes de que cualquiera de nuestros actos repercute directamente en todos los seres vivos, y de que nosotros no somos más que ninguno de ellos para poder arrebatarles el equilibrio de su hábitat y, con ello, su existencia.

Estamos a tiempo de parar todo este proceso y de mirar el problema de frente para poner una solución, ¡se lo debemos a la Tierra y a nosotros mismos! Estoy convencida de que esta generación tiene la solución. ¡No dejemos que la siguiente no pueda emocionarse y disfrutar al ver una belleza como la de este oso polar!

Redacción QUO