Esta orca apareció el pasado 24 de julio cerca de las costas de la isla de Vancouver, en Canadá. Llevaba a rastras a su ballenato muerto, algo típico de estos animales, que suelen mantenerlos consigo al menos una semana. Sin embargo, este ejemplar ha batido el récord: han pasado 16 días desde el fallecimiento de la cría y aún la lleva consigo.

Aunque los expertos no saben la causa de la muerte del pequeño animal, se conoce que la cría pereció media hora después de nacer. La reproducción de las orcas no es habitual en esta zona y su supervivencia es incierta, pues solo un tercio de las que nacen sobrevive. Ninguna lo ha conseguido en los últimos tres años.

Ken Balcobm, del Centro de Investigación de Ballenas, cree que este comportamiento responde a una especie de duelo interior de la orca. «Probablemente haya perdido a otras dos (crías) en la última década. Para estos animales es trágico perder a sus bebés, y ocurre constantemente». De momento, señala, todo lo que pueden hacer es observar, pues la madre parece estar en pleno estado de salud y come bien.

Redacción QUO