El suroeste de Florida se está convirtiendo en un cementerio para miles de animales marinos que han sucumbido a la fatalidad de las conocidas como algas tóxicas, un fenómeno que recibe el nombre de “Marea Roja”. La alarma es importante, porque a pesar de que este tipo de sucesos son habituales en sus costas así como en el estado de Texas durante el año, este último episodio está resultando dramáticamente espeluznante, ya que está funcionando como una plaga.

Miles de animales marinos han aparecido en las costas, incluso hay playas por las que es difícil andar debido a los montones de peces, tortugas, manatíes o aves que allí yacen. De hecho, está afectando hasta los reyes bajo el mar: los tiburones.Hacía más de una década que Estados Unidos no veía algo así y está preocupado por cómo puede afectar no solo a la propia fauna, sino también al mercado, ya que incluso si los animales sobreviven, no son aptos para el consumo humano. Más de 100 kilómetros de costas están siendo afectados por esta “Marea Roja” y el problema es que la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida no se atreve a dar una fecha para acabar con ella.

¿Pero qué es exactamente?

[image id=»97809″ data-caption=»Credit: Melvil / Wikimedia Commons» share=»true» expand=»true» size=»S»]

La “Marea Roja” es una proliferación de una o distintas microalgas en cualquier zona con agua dentro de un área determinada y que tiene un efecto nocivo para el organismo de los animales y de los humanos que los comen (en caso de estar infectados). Muchas veces, estas algas tóxicas tiñen de rojo las aguas y dañan de forma agresiva el hábitat donde crecen de forma rápida. Es debido a este color rojo que la gente le conoce como “Marea Roja”, ya que arrasa con cuanto puede a su paso.

En esta ocasión han sido miles los animales marinos muertos y la cosa se puede volver peor en el futuro, porque al parecer, según apunta la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, el ritmo está aumentando con el paso de los años y cada cuesta más predecir dónde se producirá el siguiente episodio. El problema añadido es que si se mantiene en el tiempo podría llegar a afectar al consumo de marisco y pescado en el futuro, lo que provocaría graves enfermedades a los seres humanos si consumieran de alguna forma la toxina.

En Europa, actualmente, las autoridades del mar Báltico, en Suecia y Polonia, ya han advertido que no se puede nadar en sus aguas por la proliferación de estas aguas tóxicas,las cuales crean la toxina por las altas temperaturas que sufre Europa estos días.

Alberto Pascual García