Irian Jaya, la parte de Nueva Guinea que pertenece a Indonesia, ha sido el escenario de una historia terrible. Una multitud penetró en un espacio protegido y acabó con la vida de casi 300 cocodrilos. Lo hicieron como represalia por la muerte de un granjero, que fue atacado por uno de estos animales. El hombre se había colado accidentalmente en el recinto mientras recogía hierba para sus animales.

El cocodrilo mordió al hombre en una pierna y, luego, le hirió mortalmente golpeándole con su cola. Al conocer el suceso, los vecinos del fallecido penetraron en la granja armados con cuchillos, hachas y arpones, y acabaron con todos los animales que encontraron a su paso. Fue una masacre atroz, tal y como muestran las imágenes.

Entre los animales muertos había ejemplares adultos, epero también crías. Las autoridades han dicho que esta reacción es intolerable. Y que, si bien, es necesario mejor la seguridad de las instalaciones, la reacción de los vecinos ha sido excesiva, cruel e inútil

Vicente Fernández López