Los monos narigudos son una especie de primates de Borneo que se caracterizan por las enormes narices que poseen sus machos. En cambio, las de las hembras suelen ser mucho más pequeñas. Y, ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Kioto ha averiguado la posible causa de que estos simios tengan unos apéndices nasales tan desarrollados.

Los investigadores japoneses comprobaron que las hembras preferían aparearse con aquellos machos con las narices más grandes. Pero también descubrieron que eran también los que tenían músculos más desarrollados y unos testículos más grandes. Es decir, que eran los machos alfa de la manada, y había una correspondencia entre el tamaño de sus cuerpos y el de sus narices.

Según los autores del estudio, todo parece indicar que las narices muy grandes son un producto de la evolución, un indicador que permite a estos machos comunicarles a las hembras que ellos son los mejores de la manada y por tanto las parejas más idóneas para aparearse.

También observaron que esas narices tan grandes parecían modificar la capacidad para emitir sonidos del simio, haciendo que sonasen más fuertes que los de resto.

Fuente: SINC.

Vicente Fernández López