Las ballenas no tiene manos, así que no parece que fuera posible clasificarlas como diestras o zurdas. Pero un nuevo estudio realizado en colaboración por investigadores de las universidades de California, Oregón y Estocolmo, ha descubierto que estos cetáceos desarrollan comportamientos lateralizados que permiten utilizar de forma figurada los términos de diestras y zurdas.

Los investigadores han observado que cuando nadan en aguas profundas, las ballenas azules realizan sus maniobras para atrapar los bancos de krill girando hacia la derecha. Pero cuando están más cerca de la superficie (entre unos 3 y 30 metros de superficie), donde la presencia de estos microorganismos es menor, realizan esos mismos giros hacia la izquierda, para así aprovechar mejor la capacidad de visión de su ojo más privilegiado, el derecho, que está conectado con el lado izquierdo de su cerebro.

Según los autores de la investigación, que llevan años estudiando el comportamiento de las ballenas azules, la gran mayoría de estos animales pueden considerarse «diestros» de nacimiento. El problema es que últimamente han comenzado a detectar que hay más ejemplares que realizan sus giros hacia la izquierda incluso cuando nadan en aguas muy profundas.

¿A qué se debe esa anomalía? Los investigadores aún no pueden dar una respuesta definitiva, pero sospechan que puede deberse a la intervención humana. Creen que las ondas de sonar pueden estar afectando a los sentidos de los cetáceos y contribuyendo a modificar su comportamiento, aunque serán necesarios más estudios para confirmarlo.

Vicente Fernández López