Tal y como informa la BBC, un hombre de treinta años estuvo a punto de perder la vida en la localidad británica de Bournemouth, cuando un pez se introdujo dentro de su garganta. Pero, ¿cómo pudo suceder algo así? El hombre acababa de pescar un pequeño ejemplar de palometa y quiso sacarse un selfie besando a su presa.

Lo que no tuvo en cuenta es que el pez todavía estaba vivo y se escurrió de sus manos introduciéndose en su boca. Afortunadamente, los equipos de emergencia llegaron rápidamente, ya que el hombre había entrado en parada cardiorrespiratoria al no poder respirar.

Los sanitarios tuvieron que extraerle el pez con unos forceps de la garganta, para poder salvarle. Y aunque suene insólito, este tipo de accidentes son más habituales de lo que se cree. Sin ir más lejos, en enero conocimos la historia de un pescador de Puerto Rico que estuvo a punto de morir cuando se le introdujo en la garganta un pez de unos doce centímetros de largo.

Vicente Fernández López