Desde hace varios años se vienen documentando casos en el Parque Nacional de Kibale, en Uganda, de chimpancés y babuinos que sufren extrañas deformaciones (a algunos les faltan los labios, sus extremidades son de distinto tamaño…). Y, ahora, un estudio cuyos resultados se han publicado en The Science of the Total Environment, ha tratado de descubrir que está sucediendo con los simios de ese país africano.

Los investigadores comprobaron que el 25% de los chimpancés estudiados y un 17% de los babuinos sufrían algún tipo de deformidad. Pero, ¿cuál puede ser la causa? Los autores del estudio están convencidos de que son los pesticidas usados por los granjeros y agricultores de la zona.

Los análisis han revelado restos de dichas sustancias en el agua y las plantas de la zona en la que viven los simios, y también los han encontrado en la orina de los animales. Entre dichos pesticidas está el DDT, cuyo uso en la agricultura se prohibió a finales de los años 80, salvo en los países africanos, debido a la incidencia de la malaria.

Con todo, los investigadores reconocen que lo único que ellos han podido demostrar es la existencia de una correlación entre el uso de los pesticidas y la presencia de simios deformes, pero que no han encontrado pruebas sólidas que confirmen una causalidad, por lo que es necesario seguir investigando. Además, admiten la posibilidad de que puedan existir otros factores que hayan contribuido a esta anómala y terrible epidemia de deformidades.

Vicente Fernández López