No es acertado equiparar la edad de un perro con la humana multiplicándola por siete.

Depende de la raza y del tamaño. Las más grandes tienen envejecimiento más rápido, y a los siete años el perro ya es un carcamal.

Algunos síntomas sí son incuestionables:

1) Canas alrededor del hocico y de los ojos.
2) Problemas articulares, caída de piezas dentales.
3) Menor elasticidad en la piel, pérdida de la masa ósea, atrofia muscular y obesidad.
4) Trastornos re­nales y cardíacos.

El ritmo de envejecimiento de los gatos es más gradual, y su esperanza de vida ronda los 20 años.

Los achaques felinos más comunes son las cataratas y la sordera.

Redacción QUO