A comienzos del pasado mes de diciembre, los conservadores de la iniciativa Life+Iberlince encontraron muerto a Matojo, una cría de lince ibérico macho en un paraje extremeño donde fue introducido junto con otras camadas.

Aunque en un principio los investigadores pensaron que la muerte se debía a causas naturales, un estudio liderado por la Universidad de Extremadura y la Dirección General de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura ha confirmado que lo que acabó con su vida fue el virus de la pseudorrabia (PRV, por sus siglas en inglés).

Según ha explicado a la Agencia SINC el investigador Javier Masot, «es el primer caso descrito de infección de un lince ibérico por PRV o enfermedad de Aujeszky y el segundo en un felino salvaje. Tan solo se ha descrito en 1994 otro caso en un puma norteamericano o pantera de Florida. Tras las analíticas realizadas se determinó que se trata de una cepa salvaje».

Los investigadores creen que el pequeño lince se contagió de algún jabalí, «que es un reservorio natural del virus y transmisor de la infección hasta especies de carnívoros salvajes». Consideran que la vacunación podría ser un buen método para evitar que la situación vuelva a darse con otros linces.

Fuente: Agencia SINC

Redacción QUO