El zorro del desierto. Con ese apodo se conocía a Erwin Rommel, el mariscal que mandaba las tropas alemanas en el Norte de África durante la II Guerra Mundial. Pero en el desierto del Sáhara existe desde tiempos inmemoriales otro zorro: el feneco, nombre con elque se suele designar al Vulpes zerda. Esta especie se caracteriza por sus enormes orejas, que pueden llegar a medir hasta quince centímetros de longitud. Esos pabellones auditivos le sirven, además de para escuchar a la perfección cualquier sonido, como sistema de ventilación, ya que a través de ellas irradia al exterior el exceso de calor que se acumula en su organismo. Este animal está perfectamente adaptado al árido ambiente en el que vive,y la prueba es que puede pasar días sin beber ni una gota de agua, ya que sus riñones limitan al mínimo la pérdida del líquido acumulado.

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Vicente Fernández López