Un estudio sobre el origen evolutivo de los pájaros cantores los sitúa en Australia. Desde allí, se extendieron por el mundo.

Investigadores de la Universidad de Kansas, la Universidad del Estado de Louisiana y otras tres instituciones, han reconstruido la historia evolutiva de las aves cantoras utilizando miles de secuencias de ADN de los linajes de la mayoría de estos pájaros y también han recurrido al registro fósil para resolver esta incógnita.

De acuerdo con los resultados, publicados en Nature Communications, los pájaros cantores comenzaron a diversificarse hace unos 33 millones de años en Australia, y los primeros viajeros entre ellos se atrevieron a alzar sus alas fuera de la isla 10 millones de años más tarde. Primero a las islas de Indonesia y luego a todo el mundo.

«Uno de los retos para descifrar esta historia evolutiva – explica Rob Moyle, uno de los autores del estudio en un comunicado –es que la diversificación fue tan veloz que los estudios anteriores tenían dificultades para estimar el patrón de ramificación del árbol genealógico de estas aves.

Gracias a los avances en las tecnologías de secuenciación de ADN, hemos sido capaces de recoger una cantidad sin precedentes de datos que nos permitieron clarificar estas dudas”.

Los pájaros cantores constituyen el mayor grupo de aves, con alrededor de 5.000 especies que habitan casi todos los rincones del mundo, con la excepción de la Antártida. A partir de la mejor comprensión del árbol genealógico, Moyle y sus colegas fueron capaces de deducir la historia de la colonización emprendida por los antepasados de estos “cantores”.

La dispersión desde Australia a través de Indonesia – agrega Boyle – parece una explicación obvia para cualquiera que conozca algo de geografía, pero hay que tener en cuenta que decenas de millones de años atrás, la Tierra era muy diferentes.

Hace treinta y tres millones de años, Australia estaba a miles de kilómetros de distancia de cualquier continente y Nueva Guinea apenas existía.

Otra cuestión que también habrían logrado resolver, es el enigma de la edad estimada de este grupo.
«Nuestra estimación – apunta el co-autor del artículo, Carl Oliveros – es que es aproximadamente la mitad de la mayoría de las estimaciones previas (los últimos estudios indicaban que habría ocurrido hace 60 millones de años), lo que ubica a las aves cantoras en un paisaje muy diferente al que se pensaba.

Por lo tanto la hipótesis previa de que estas aves se dispersaron desde Australia hasta África a través de islas en el Océano Índico, también se pone en tale de juicio, ya que por aquellos tiempos no había islas en dicho océano.

El trabajo también aporta una explicación alternativa a la gran diversidad de pájaros cantores que se encuentran en la actualidad sólo en Nueva Guinea: estas aves se habrían diversificado ampliamente en proto-islas de Nueva Guinea antes de viajar a otras regiones.

Juan Scaliter