De acuerdo con un nuevo estudio, publicado en Nature Communications,el fitoplancton (miles de millones de organismos marinos unicelulares cuya biomasa es mayor que la de todos los delfines, ballenas y peces) pueden desplazarse de una región a otra de los océanos en menos de una década.

Desafortunadamente esto también puede aplicarse a los desechos plásticos, partículas radiactivas y prácticamente cualquier otro restos flotantes que el ser humano ha lanzado a los mares. El hallazgo es un arma de doble filo ya que por un lado sugiere que la biodiversidad de los océanos puede ser más resistente al cambio climático de lo que se pensaba: el fitoplancton está en la base de la cadena alimentaria marina, y su rápida propagación podría permitirlespoblar rápidamente las áreas donde los océanos han aumentado su temperatura o la acidificación los ha diezmado. A esto se le une que su sistema de reproducción es, principalmente, asexual, lo que facilita que un solo ejemplar colonice una región.
Pero, por el lado menos amable es que la contaminación también viaja a mayor velocidad y puede convertirse en un problema muy lejos de su lugar de origen en menos de diez años.
«Nuestro estudio muestra que el océano es bastante eficiente en el movimiento de las cosas – explica Bror Jönsson, principal autor del estudio, a EurekaAlert! –. Esto es una sorpresa para muchos y de hecho pasamos cerca de dos años asegurándonos que los datos eran correctos”.
Uno de los puntos fuertes del modelo desarrollado por el equipo de Jönsson para medir los desplazamientos, es que se ha centrado en los objetos u organismos que no tienen capacidad de controlar sus movimientos,como por ejemplo el fitoplancton, las bacterias y los desechos. Aquellos como el zooplancton que pueden regular la posición vertical en el agua o los barcos a la deriva que son empujados por el viento, tampoco se han tenido en cuenta.
Con estos datos los expertos utilizaron un algoritmo para calcular cuál sería la ruta más rápida por la que un objeto puede viajar llevado por las corrientes oceánicas.
«Esto implica que las disminuciones regionales de fitoplancton debido al cambio climático pueden ser amortiguadas por una inmigración relativamente rápida – concluye Jönsson –. Pero el estudio también sirve como modelo predictivo para evaluar la dispersión de basura en los océanos”.

Juan Scaliter