Un equipo de oceanógrafos de la Universidad de Washington han estudiado los lagos de la isla Isabela, la más grande del archipiélago de las galápagos, para rastrear los patrones de El Niño y las lluvias tropicales estacionales en los últimos 2.000 años. Los resultados obtenidos, publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences, muestran que los cambios en la región han durado siglos, lo que sugiere que los patrones de clima tropical han variado con mayor intensidad y durante más tiempo que antes se creía.
“Este es uno de los registros más representativos de los cambios de precipitación en el Pacífico Oriental, y permite explicar en gran medida las variantes de lluvias tropicales y la dinámica de la corriente de El Niño – asegura Daniel Nelson, líder de la investigación –. Queremos entender no sólo si las lluvias han cambiado en el pasado, sino la razón. Si podemos entender los mecanismos que causaron estos cambios, entonces podremos predecir mejor cómo podría cambiar en el futuro”.

En junio de 2008, el equipo de Nelson recogió sedimentos de tres lagos en Isabela, una isla que se encuentra directamente sobre el ecuador, a nivel del mar y lejos de cualquier elevación alta, así que lo que ocurre allí es un buen indicador de lo que está pasando en el Océano Pacífico.
Los científicos estudiaron restos de dos organismos, un alga microscópica y la capa cerosa de las hojas de manglar para obtener pistas sobre la cantidad de lluvia en el pasado. La forma de los átomos de hidrógeno en las moléculas conservadas en estos organismos, permitía realizar un seguimiento de la intensidad de lluvia (cuando la precipitación tropical es más intensa, las gotas de lluvia incluyen más cantidad de la forma más ligera de hidrógeno.) Basta con medir esta variable para realizar un seguimiento de la actividad de El Niño o de la Zona de Convergencia Intertropical, una región donde convergen los vientos alisios del hemisferio norte con los del hemisferio sur y provoca fuertes lluvias e inundaciones estacionales.
“Este nuevo enfoque es la primera reconstrucción cuantitativa de los parámetros del clima tropical, en áreas donde hasta ahora simplemente se decía que era más húmedo o seco – señala el co-autor Julian Sachs –. Al proporcionar datos históricos climatológicos seremos capaces de modelar los cambios futuros en el clima tropical.”
Los resultados muestran que desde el inicio del registro, hace 2.000 años, hasta el año 1400, la mayoría de los cambios de precipitación en la isla están relacionados con El Niño.

Juan Scaliter