La entomofagia (el hábito de comer insectos y otras criaturas, como los arácnidos) está muy extendida por algunas partes del mundo, especialmente en Asia, Oceanía y Centroamérica. Los entomófagos tienen a su disposición una carta bastante abundante, ya que se considera que, del millón de especies de insectos conocidas, unas 1.200 son comestibles.

Los insectos más consumidos en todo el mundo son las hormigas, los saltamontes y algunas especies de escarabajos. Pero entre los arácnidos, la mayor delicatessen es el escorpión, que se consume en casi toda Asia debido a que se le atribuyen propiedades medicinales.

Los caprichos de la moda también han hecho que en Londres ya exista un restaurante que sirve a esta criatura como postre, coronando una copa de helado de arándanos, y recubierto de un manto de sabroso chocolate.

Enviada por Nicolás Rodríguez Pena, correo electrónico

Redacción QUO