La familia Howse se encontraba disfrutando de una jornada de pesca en sus merecidas vacaciones, cuando ‘cazaron’ con su caña un ejemplar muy poco común. Mirándoles desde el anzuelo, nuestro protagonista clamaba por su vida mientras aleteaba y pataleaba… ¡Un momento! ¿pataleaba? Sí. La familia Howse había pescado un extraño pez con ‘patas’.

Reconocen que lo primero que llamó su atención fue su color: era completamente negro. Al mirarlo más detenidamente se percataron de que el pez tenía dos extrañas extremidades. Según explica Claudia Howse, que atrapó al pez: «cuando le vi las patas pensé: ¿Esto qué es? Quizá sea una nueva especie. Quizá le pongan mi nombre».

No penséis que Claudia se comió con su familia al pobre pez rebozado en la cena. Intentaron salvar su vida y llevarlo a un acuario, pero murió en el trayecto. Aún así, los ‘restos mortales’ del pez raro con ‘patas’ han sido enviadas a un museo de Nueva Zelanda para poder estudiarlo detenidamente. Los investigadores creen que se trata de un pez sapo muy poco común y que podría pertenecer a la familia de los Antennariidae. Pero, de momento, todo son especulaciones. Según explica el museo de Nueva Zelanda, «es probable que esta extraña criatura sea una especie de pez sapo, pero no lo sabremos hasta que tengamos la oportunidad de examinarle más de cerca».

Fuente: telegraph.co.uk

Redacción QUO