Hace ya 37 años del nacimiento del primer bebé humano gracias a la fecundación in vitro. Ahora, tras varias décadas de investigación, científicos de la Universidad de Cornell de Nueva York han conseguido una preciosa camada de perros gracias a esta técnica.

Según explican en el estudio, publicado en la revista PLoS ONE, este logro es de gran importancia pues podría ayudar a la conservación de animales en peligro de extinción. Como ya sabéis, esta técnica consiste en fertilizar óvulos con espermatozoides fuera del cuerpo de la madre. Después, una vez han sido fecundados, vuelven a colocarse en el útero de la receptora para que tenga lugar la gestación. En este caso ha sido una perra, que ha dado a luz a siete cachorros de raza mixta (spaniel y beagle). A pesar de que todos nacieron en la misma camada, tienen tres padres distintos.

¿Por qué se ha tardado tanto tiempo en conseguir esto? En primer lugar, porque extraer óvulos de una perra no es una tarea sencilla. A diferencia de otros animales, los ovocitos de los canes necesitan madurar un tiempo en el tracto reproductor de la hembra una vez han sido producidos. Por ello, Jennifer B. Nagashima y su equipo de la Universidad de Cornell tuvieron que ir midiendo los niveles hormonales de las perras y, tras analizar las marcas, extraer óvulos en varias ocasiones con el fin de decidir qué día era el más óptimo para su fecundación. Así fue como se percataron de que los ovocitos con seis días tenían más posibilidades de ser fertilizados.

El siguiente paso era simular el tracto reproductor de la hembra con el fin de facilitar la fecundación. Y lo lograron. Todo gracias a que añadieron magnesio al cultivo celular en el que prepararon el semen. Por último, los investigadores utilizaron una técnica de congelación de embriones que ya tuvo éxito para el nacimiento de un cachorro en 2013.

Superadas estas complicadas fases, ahora venía el gran momento: insertar los embriones en la hembra en uno de sus dos ciclos reproductivos anuales. Implantaron un total de 19, de los cuales han nacido siete cachorros sanos.

Además de ayudar a preservar especies en peligro de extinción, la técnica podría ayudar a eliminar enfermedades hereditarias en perros.

Fuente: popsci.com

Redacción QUO