Hay preguntas que hace tiempo acucian a la humanidad:¿hasta dónde se lavan la cara los calvos?, ¿por qué se esterilizan las agujas para inyecciones letales? o ¿por qué los aviones no están hechos del mismo material que la caja negra?. Muchas no tienen respuesta, otras, en cambio ya han encontrado solución. Gracias a un estudio realizado por científicos del New York Institute of Technology (NYIT) ya sabemos cómo la jirafa obtuvo su largo cuello.
Para despejar la duda, los investigadores analizaron las vértebras cervicales de 71 animales, incluyendo jirafas modernas, otros de la misma familia y sus antepasados. Esto les permitió descubrir que dos especies, la Prodremotherium elongatum, (vivió hace 25 millones de años y podría ser un antepasado de las jirafas modernas) y laCanthumeryx sirtensis, (un ancestro de la jirafa, que poblaba el planeta 16 millones de años atrás), tenían cuellos alargados.
Estos dos animales eran lo suficientemente diferentes de las jirafas modernas como para no formar parte de la familia Giraffidae, así, “sus fósiles indican que el alargamiento cervical es anterior a esta familia. De este modo, el atributo más distintivo y popular de las jirafas no es una característica definitoria de la familia», afirman los autores en el trabajo publicado en Royal Society Open Science.
El estudio de los fósiles reveló que un antepasado de la jirafa, el Canthumeryx, se dividió en dos ramas evolutivas, uno que lleva al okapi, con su cuello corto y la otra rama evolucionó hasta gestar las modernas jirafas. Previamente se creía que el okapi era anterior a las jirafas modernas, porque tenía el cuello más corto,
El estudio es uno de los primeros en comparar rigurosamente los cuellos de las jirafas con los de sus parientes y antepasados para ver cómo cambian con el tiempo. «Queríamos averiguar cómo la jirafa obtuvo su largo cuello, porque sabemos que sus antepasados tenían un cuello más corto», dijo el investigador principal del estudio, Nikos Solounias, profesor de anatomía en la New York Institute of Technology (NYIT).
El trabajo pudo datar otros momentos claves en la evolución de la longitud cervical. El primero ocurrió hace unos 7 millones de años, cuando la parte frontal de cada vértebra comenzó a alargarse cada vez más, lo que contribuyó al alargamiento del cuello en especies como samotherium, un miembro de la familia de la jirafa moderna.
Luego, alrededor de 1 millón de años atrás y en otra especie, también se puede ver un alargamiento pero esta vez en la parte posterior de cada vértebra.
Los investigadores verificaron su trabajo mediante una ecuación matemática que mostró cómo se esperaría que las vértebras del cuello cambiasen con el tiempo y las predicciones del modelo coincidieron con el registro fósil.
Ahora el objetivo es saber qué provocó esa característica. Una posibilidad es que les permitía alimentarse de las hojas a las que otros herbívoros no llegaban, es decir, evitaban la competencia. Por su parte es justamente esto, la competencia, lo que les podría haber llevado a tener cuellos largos. Según Melinda Danowitz, del Colegio de Medicina del NYIT e implicada en la investigación, los machos luchan moviendo la cabeza y golpeándose con los cuellos y los machos que ganan las peleas, son lo que obtienen las hembras. En este contexto un cuello largo es una ventaja”.

Juan Scaliter