El arquitecto David Benjamin ha creado esta singular estructura de cristal. Benjamin, conocido por dar un paso más allá de la llamada ‘arquitectura verde» ha utilizado cosas inimaginables para sus creaciones. Ha utilizado hongos, bacterias y plantas para fabricar ladrillos y plásticos con el fin de inspirar su trabajo en «arquitectura viviente». Ahora, ha creado un prototipo de fachada con ranas, caracoles y algas.

Bautizado como Amphibious Envelope, está elaborado con tanques de cristal que contienen agua y ranas, las cuales tienen un propósito muy noble que después veremos. Los edificios normales con esta clase de cristales se construyen a partir de tres bloques de vidrio. En el medio de estos paneles hay una cavidad, completamente inerte, que se utiliza para poder controlar el aislamiento y la luz que pasa a través de ellos. Y aquí es donde está la genialidad. Benjamin ha pensado en reemplazar esas cavidades inertes por unas que tengan mucha vida. En su idea, la primera de ellas se llena de aire, la segunda con agua y la tercera con ranas y alimentos para las mismas. Lo curioso es que, las ranas, actúan como biosensores que pueden rastrear la cantidad de oxígeno en el agua y, al hacerlo, activan un sensor electrónico. Estos sensores digitales provocan a su vez que el agua se purifique.

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Para la elaboración de esta peculiar estructura, Benjamin trabajó codo con codo con Ali Brivanlou, jefe de Biología y experta en células madre de la Universidad de Rockefeller para averiguar como crear este original ecosistema.

Fuente: wired.com

Redacción QUO