Siempre se ha dicho que el perro es el mejor amigo del hombre. Más allá de las frases hechas, lo cierto es que la vida nos da muchos ejemplos de que los animales también pueden dar muestras de amistad y lealtad que en ocasiones superan a las de los seres humanos. Y un buen ejemplo es esta historia acaecida en el estado de Washington, y protagonizada por dos perras, una de de raza settler y la otra una basset hound.

La segunda de ellas, llamada Phoebe, se quedó accidentalmente atrapada en el interior de una cisterna abandonada. Durante dos semanas, su compañera, llamada Tillie, salió diariamente en busca de ayuda. Cómo no la encontraba, regresaba junto a su compañera, haciéndole compañía durante todo el tiempo que estuvo atrapada, y llevándole cosas de comer.

Finalmente, una persona avisó de la presencia de los animales a los miembros de una organización de rescate animal llamada Vashon Island Pet Protectors. Unos ladridos emocionados les recibieron. Las dos perras estaban cansadas y con signos de hipotermia, pero no sufrían ningún achaque de gravedad.

Y, lo más importante de todo, es el hecho de que si Tillie hubiera abandonado a Phoebe, ésta habría muerte casi con total seguridad.

Redacción QUO