La verdad es que nadie se pediría ser mordido por una lapa y todos los que sueñan con ser superhéroes piensan primero en la picadura de una araña, antes que en los colmillos de este humilde molusco. Pero la lapa tiene, en sus dientes, el biomaterial más duro que conoce la ciencia.
La humilde lapa, un molusco de concha cónica que se pega a las piedras de la orilla con una fuerza increíble acaba de revelar un secreto sorprendente. Sus colmillos acaban de batir el récord al material de origen biológico más resistente conocido por el ser humano.
Semejante dureza tiene lógica: si no fuera por su dentadura, este molusco no podría raspar las piedras sobre las que vive. Tener unos dientes tan notables tiene sentido si pensamos que las lapas los utilizan para raspar la piedra sobre la que viven Científicos de la Universidad de Porsthmouth han sometido a pruebas de resistencia este material y ha sobrepasado con holgura al anterior. Hasta ahora el biomaterial más duro era la seda de araña, con una resistencia media de 1,3 gigapascales. Sin embargo, al someterse a test de resistencia, los dientes de la lapa llegaron hasta los 6 6 gigapascales. Es cierto que está muy lejos de los 225 gigapascales a los que llega el diamante, pero no existe ningún organismo conocido capaz de producir un material más duro. Al menos por ahora.
La característica de este material no reside tanto en su composición como en su diseño.
La goethita, el mineral que forma los dientes de la lapa, es en realidad bastante frágil y quebradizo, pero la evolución ha comprimido de una manera tan eficaz este mineral en la dentadura de este molusco que le permite, literalmente, mascar piedra.El hallazgo se ha publicado en la revista Royal Society Journal e influirá en la industria del automóvil, el transporte, la seguridad y hasta en la salud.

Juan Scaliter