Al final parece ser que el turista que asinó a Cecil, uno de los leones más famosos y queridos de toda África, no era compatriota nuestro. En un principio, las autoridades de Zimbabwe, el país donde mataron al animal dijeron que el sospechoso era de nacionalidad española, pero en las últimas horas han rectiificado su versión y afirman que se trata de un estadounidense, aunque todavía no conocen su identidad.

Los guardas del parque natural de Hwuange, donde vivía el león, hallaron el cuerpo del animal sin piel ni cabeza. Según las primeras informaciones hechas públicas, los autores de este deplorable hecho, engañaron al animal usando carnaza para hacerle salir de la zona protegida y, una vez fuera, lo mataron. Luego, le degollaron y le arrancaron su collar de GPS para que no pudiera ser rastreado.

Cecil, que tenía trece años, era el líder de una manada formada por tres hembras y siete cachorros. Miles de turistasse acercaban cada año a Hwange a apreciar la belleza de este animal que fue cazado a traición. Las autoridades ya han detenido a un guía local que ha confesado que el autor fue un turista que le pagó cincuenta mil dólares para poder matar al animal. El guía ha confensado que en ningún momento sospechó que la víctima era Cecil. Como si eso fuera excusa, ¿no?

Redacción QUO