Son nubes nocturnas brillantes que se desarrollan en la ionosfera (a unos 80 km de altitud) y que van cambiando de color con las horas. Son visibles durante el verano, en ambos hemisferios y a gran latitud (entre 45º y 75º). Están formadas por cristales de hielo de diámetro muy pequeño. A esa altitud, el vapor de agua se sublima (pasa directamente a estado sólido) aprovechando la existencia de polvo atmosférico y forma estas nubes, que solo pueden observarse cuando el sol se halla entre 6 y 16º bajo el horizonte.

Redacción QUO