Hasta la fecha, no se tenía demasiada información sobre la fauna de Isla Mauricio antes de la colonización holandesa. Aparte de que el mítico pájaro dodo había desaparecido unos 90 años después de la llegada de los primeros exploradores europeos, poco más sabíamos al respecto. Pero la aparición de un excepcional documento, un diario del siglo XVII escrito por el soldado holandés Johannes Pretorius, arroja nueva luz sobre el tema.

El texto de Pretorius nos descubre un ecosistema riquísimo, repleto de especies hoy desaparecidas. Como los Gansos de Mauricio, unas aves que describe de un tamaño un poco mayor que los patos. Afirma que eran animales muy dóciles, que formaban numerosos grupos de hasta cien ejemplares, y que no huían ante la presencia de los humanos. Eso fue lo que les convirtió precisamente en unas presas muy fáciles, ya que el marino holandés relata como su carne fue uno de los alimentos principales de la dieta de los primeros colonos.

Otra de esas curiosas criaturas era el loro cuervo, que tenía el rostro deformado por una especie de gran verruga y que tenía muy mal carácter. O el rascón rojo, una especie de grulla que había perdido la capacidad de volar (igual que otras muchas aves de esta isla africana) y que fue pasto de las ratas que los holandeses introdujeron accidentalmente en aquel lugar.

Y, por supuesto, el dodo, convertido en un auténtico icono gracias a que Lewis Carroll lo inmortalizó en las páginas de su novela Alicia en el país de las maravillas.

Redacción QUO