Investigadores de las universidades de Leeds (Inglaterra) Belfast (Irlanda del Norte) y Stellenbosch (Sudáfrica) han estudiado un pequeño parasito, el Pleistophora mulleri, que infecta a las gambas de agua dulcede Irlanda. Y sus resultados revelan que este parásito, una vez dentro de los músculos de la gamba, los estimula a comerse a sus congéneres. La Dra Alison Dunn, de la Universidad de Leeds y una de las responsables del estudio señala que “El canibalismo es bastante frecuente en la naturaleza. Nuestro estudio es el primero que busca responder si esta práctica se puede ver afectada por una infección de parásitos”.
Y la respuesta es sí. Según el estudio, publicado en la Royal Society Open Science, los ejemplares infectados comen el doble de sus “amigos y familiares” que los sanos. Y lo hacen más rápido. Los parásitos, del tamaño de un glóbulo rojo, infectan por millones los músculos de las gambas y les obligan a mantener un ritmo de alimentación constante. “El parásito debilita mucho a su huésped – asegura Dunn –. Ocupa enormes áreas de los músculos y en lugar de conseguir una gamba transparente y de carne firme, se obtiene una con un aspecto de tiza”.
Otro aspecto interesante es que las gambas no infectadas evitaban alimentarse de aquellos que ya estaban invadidos por el parásito, mientras que estos últimos no hacían distinción.
De acuerdo con la Dra. Dunn: “Nuestra investigación no sugiere ninguna relacion entre los parásitos y el canibalismo humano. Existe evidencia que los parásitos pueden afectar nuestro comportamiento., por ejemplo el Toxoplasma gondii, directamente influye en la química de nuestro cerebro. No es muy probable que los parásitos evolucionen para hacernos caníbales.”

Juan Scaliter