Cada vez parece más posible que los científicos sean capaces de resucitar a algunos de los miembros perdidos del reino animal gracias a la clonación. Por desgracia, los dinosaurios no son los primeros de la lista, porque las especies que han desaparecido más recientemente tienen unas muestras de ADN más fáciles de reconstruir.

Un equipo dirigidoo por Akira Iritani, profesor emérito de la Universidad de Kioto, espera traer de nuevo a la vida autenticos y peludos mamuts en cinco o seis años. Los mamuts, extrañamente, son unos buenos candidatos para la resurrección: aunque llevan extinguidos miles de años, su hábitat en el norte ha permitido encontrar muchos cuerpos de mamut enterrados en el hielo. Aunque la congelación daña el ADN, Teruhiko Wakayama, del Centro Riken para el Desarrollo Biológico, ha creado una técnica para recuperar ADN viable de ratones congelados durante mucho tiempo que el equipo de los mamuts ha adaptado para extraer núcleos intactos de los óvulos de mamut.

Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Los núcleos de los óvulos de mamut deberán implantarse en óvulos de elefante, y (con suerte) el embrión que resulte tendrá que desarrollarse dentro de una elefante madre, un proceso que puede presentar algunos problemas, a pesar de la cercanía genética entre mamuts y elefantes. Pero, con un poco de fortuna y muchas horas de trabajo científico, tal vez tengamos nuestra propia cría de mamut para poder estudiarla. Y, a partir de aquí, ¿quién sabe? Los dinosaurios mascota podrían estar más cerca de lo que pensamos.

Redacción QUO