Cuando pensamos en sonidos fuertes,nos imaginamos en dispositivos, altavoces, sirenas, taladros, pero nunca en un pequeño gusano de 29 milímetros, Leocratides kimuraorum, que vive en el mar.

Pero cuando un equipo de biólogos marinos, liderados por Ryutaro Goto, midieron los sonidos producidos por estos gusanos, descubrieron que alcanzaban los 157 decibelios. Un avión despegando, por ejemplo, genera entre 140 y 150 decibelios.

“Esto es comparable a los sonidos que se producen las gambas Synalpheus paraneomeri, que se encuentran entre los sonidos biológicos más intensos que se han medido en el mar», explican los investigadores en el estudio, publicado en Current Biology.

Las mencionadas gambas alcanzan los 189 decibeles y usan este “talento” como estrategia de caza.

Los investigadores señalan que no se sabía que los animales de cuerpo blando, como este gusano fueran capaces de generar un sonido tan alto. “Un estallido fuerte puede ser un subproducto del rápido ataque bucal, pero también puede ayudar a la comunicación intraespecífica», especulan los investigadores.

Juan Scaliter