El aumento en la intensidad del viento en el Océano Antártico como consecuencia del cambio climático ha favorecido a los albatros, según publica en la revista Science un equipo de investigadores, encabezado por Henri Weimerskirch, que ha estudiado a los ejemplares de las Islas Crozet (Francia), al sur del Índico.

En los últimos cuarenta años, estos animales han experimentado un aumento de hasta 1 kilo de peso y un incremento del 11% en el número de crías que consiguen sobrevivir. El estudio explica ambos procesos argumentando que, gracias a la mayor intensidad del viento, dichas aves marinas han acortado sus incursiones de caza en una media de casi tres días. Como en esta especie el macho y la hembra alternan las tareas de búsqueda de alimento y de incubación, los turnos de permanencia en el nido, en los que se ven obligados a ayunar, son más cortos. Eso les permite aumentar de peso y alimentar a las crías de manera más efectiva.

Además, las alas más robustas se prestan mejor al vuelo en corrientes de viento intensas, por lo que los autores sugieren que el incremento de las mismas podría ser también una respuesta adaptativa a la nueva situación, y no deberse sólo a la mejor alimentación.

Sin embargo, los efectos favorables pueden tener fecha de caducidad. Si las corrientes siguen intensificándose, podrían resultar demasiado violentas para los albatros, que se verían obligados a desplazar su hábitat hacia el sur, donde hay menos alimento.

Pilar Gil Villar