Deasy Tuwo, una investigadora que trabajaba en los laboratorios CV Yosiki Laboratory, en Indonesia, ha fallecido tras ser devorada en vida por un cocodrilo del estanque de las instalaciones de la compañía.

Parece ser que el animal agarró con sus fauces el brazo de la mujer mientras le estaba dando de comer y que la arrastró hacia el agua donde acabó con ella.

Fueron sus compañeros del laboratorio quienes encontraron sus restos en el agua. De hecho, el cocodrilo aún aprisionaba entre sus mandíbulas parte del cuerpo de la víctima.

Las autoridades buscan ahora al propietario del laboratorio, un hombre de negocios de nacionalidad japonesa. No saben con certeza si disponía de autorización para tener un cocodrilo en las instalaciones. En caso de no ser así, podría ser detenido.

Fuente: IFL Science.

Vicente Fernández López