Un río situado en los límites fronterizos entre Bostwana y Namibia ha sido el escenario de un macabro hallazgo. En la ribera del mismo han aparecido los cadáveres de casi cuatrocientos búfalos que murieron ahogados.

Las autoridades creen que los animales fueron perseguidos por leones que intentaban cazarlos, y se lanzaron al agua. Desafortunadamente, la otra orilla estaba demasiado elevada para que pudieran escalarla. Por eso, los búfalos pudieron entrar en pánico y provocar una estampida que resultó fatal.

Nunca antes se habían encontrado tantos ejemplares ahogados en un río. Hasta la fecha, la mayor cifra no había pasado de cincuenta. Ahora, los habitantes de la zona están despiezando los cadáveres para aprovechar su carne.

Fuente: BBC.

Vicente Fernández López