Cuando el aire desciende su temperatura demasiado, su capacidad para mantener humedad o vapor de agua contenido también disminuye, lo cual no permite la formación de copos de nieve.

Es por ello por lo que las masas muy secas y muy frías de aire que llegan desde el polo o Siberia a España suelen traer ambiente muy frío pero escasas nevadas, mientras que las menos frías pero con recorrido marítimo aportan temperatura y humedad para que se produzca la nieve.

Redacción QUO