La jungla de los suburbios, así se ha llamado a ese lugar donde muchos mamíferos salvajes habitan cada vez más cerca de los humanos…

Un nuevo estudio a gran escala (para el que se han utilizado imágenes de cámaras trampa de cientos de científicos ciudadanos en Washington, D.C., y Raleigh, Carolina del Norte) parece contradecir la suposición de que las áreas desarrolladas tienen menos mamíferos y menos variedad en las especies de mamíferos.

Así lo asegura la autora principal de esta nueva investigación, Arielle Parsons (del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte y estudiante de doctorado de la Universidad Estatal de Carolina del Norte): «Encontramos que no había una diferencia significativa en las poblaciones de mamíferos entre las áreas suburbanas y las áreas silvestres en términos de cuántas especies las usaban y la intensidad con la que las usaban, lo que nos sorprendió mucho. Esto parece indicar que el impacto de las zonas suburbanas en particular es menos grave para muchos mamíferos de lo que pensábamos anteriormente y que tal vez haya un cierto nivel de adaptación de los mamíferos a los humanos», asegura Parsons.

Los investigadores trabajaron con científicos ciudadanos para monitorear a los animales silvestres con cámaras trampa colocadas en más de 1.400 lugares: sitios silvestres, rurales, exurbanos, suburbanos o urbanos. Su análisis incluyó áreas con grandes bosques, pequeños fragmentos de bosque, áreas abiertas y patios residenciales.

Las imágenes captaron a los que Parsons llama los «sospechosos habituales»: ciervos, mapaches, ardillas grises y zorros ocasionales. Pero también descubrieron las presencia de algunas especies sorprendentes.»Aunque los coyotes parecen preferir las áreas rurales, pueden que estén infiltrándose lentamente en las regiones más pobladas, y los detectamos en las áreas suburbanas de Raleigh y Washington, D.C.», asegura Parsons.

«El hallazgo realmente sorprendente fue el de los gatos monteses en los suburbios de Durham, Carolina del Norte, y en menor medida en Raleigh. En Washington, D.C., tuvimos algunos osos, no en las áreas suburbanas, sino en el siguiente nivel, que es lo que llamamos exurbano, entre lo suburbano y lo rural en términos de densidad de viviendas”, concluye Parsons, y se apresura a añadir que, aunque el estudio muestra la adaptabilidad de algunas especies de mamíferos, hay advertencias: «La región que observamos ha perdido la mayor cantidad de especies de depredadores debido a la actividad humana y la urbanización, que es algo que debemos recordar. Este estudio muestra la importancia de la conservación de las áreas verdes para el hábitat. Sabemos que hay especies de mamíferos sensibles, especies raras que no tendrían la capacidad de adaptarse o persistir si les quitáramos esas áreas protegidas”.

¿Y qué ocurre con otros seres vivos no mamíferos? Las investigaciones muestran una menor adaptabilidad.

«Si hablamos de plantas, aves, reptiles, anfibios y peces, muchos estudios han demostrado que la urbanización tiene un impacto muy negativo en la abundancia y la diversidad. Los mamíferos parecen ser uno de los mejores tratando con humanos, al menos cuando están protegidos de la caza», dice Parsons.

«La gente a menudo habla de los animales que ven en sus patios traseros, pero esta es la primera vez que hemos tenido la perspectiva de la trampa de la cámara para realmente comparar lo salvaje con lo suburbano, incluyendo los animales nocturnos que la mayoría de la gente no ve”, afirma por su parte el coautor del estudio Roland Kays, biólogo de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y el Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte.

El estudio fue financiado con las subvenciones 1232442 y 1319293 de la National Science Foundation. La Fundación VR, el Servicio Forestal de los Estados Unidos, el Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte y la Institución Smithsonian también contribuyeron en dicho trabajo.

Fuente: Sciencedaily.com

Belén Robles González