Según un estudio publicado hoy en la revista Science, que ha sido llevado a cabo por los científicos Lars Schmitz y Ryosuke Motani, a los dinosaurios y otros reptiles mesozoicos les encantaba la vida nocturna. Según parece, estos vertebrados saurópsidos podían ver con muy poca luz, lo que indica que eran, probablemente, muy activos durante la noche. Estas conclusiones, incluyen otro estudio llevado a cabo por los mismos autores publicado en la revista Evolution, en el que analizan la forma y anatomía de los ojos de estos animales.

Este hallazgo, desafía la vieja creencia popular de que estos animales eran solo activos durante el día, dejando el disfrute de la noche para mamíferos pequeños y energéticamente más flexibles. Schmitz y Motani analizaron la estructura óptica de varias especies vivas, incluyendo a mamíferos, reptiles y algunas aves con patrones de actividad conocidos (diurno, nocturno o crepusculares) ¿El resultado? determinaron que el patrón de actividad está relacionado con la estructura del ojo, en concreto con la longitud de la órbita y el diámetro del «anillo esclerótico«, -un círculo presente en los ojos de las aves, que está formado por placas óseas que rodean el ojo y lo mantienen rígido permitiéndoles un mayor enfoque visual-.

Tras esto, analizaron fósiles pertenecientes a 33 arcosaurios mesozoicos comparando sus patrones de actividad con base a estas características de la estructura óptica, y el hallazgo sugiere que las especies de este grupo mostraron los tres tipos de patrones de actividad, lo que desmiente la creencia de que los dinosaurios solo «hacían vida» durante las horas de luz.

Además, los científicos encontraron ciertas similitudes entre los animales extintos y los grupos vivos. Por ejemplo, animales voladores como las aves y pterosaurios eran principalmente diurnos, los carnívoros nocturnos y los herbívoros, crepusculares.

Según argumentan Schmitz y Motani, al igual que los mamíferos actuales, los arcosaurios mesozoicos tenían también distintos patrones de actividad.

Redacción QUO