Los “drumlins” no son el nombre de una película de miedo, sino unas formaciones geológicas de origen glaciar. Un equipo de varios investigadores españoles y argentinos han descubierto un nuevo campo de drumlins en el sector oriental del lago Viedma, en el parque nacional Los Glaciares, ubicado en la Patagonia austral.

Los drumlins (‘cresta’ en gaélico) son pequeñas colinas, de forma ovalada, que se forman por debajo del hielo en movimiento del glaciar. La Patagonia austral es uno de los lugares del hemisferio sur donde se habían descrito estas geoformas, de gran interés para estudios paleoclimáticos.

Los investigadores han identificado un nuevo campo de drumlins y otras formaciones asociadas (“flutes” y “megaflutes”) en el sector oriental del lago Viedma, una zona bastante desconocida hasta ahora. El trabajo de investigación describe los elementos integrantes de estas geoformas subglaciales e identifica tres sectores -norte, centro y sur- con diferentes características. Se trata de uno de los resultados más destacados de la campaña científica para conocer el paleoclima de la Patagonia y reconstruir la dinámica de los antiguos glaciares hace miles de años.

Según los resultados, en la zona hay un mínimo de 19 drumlins y 199 flutes y megaflutes, y en algunos casos, estas últimas formaciones superan los cuatro kilómetros de longitud. Todo apunta a que estas geoformas se generaron en la base del lóbulo finiglacial del antiguo glaciar Viedma, en el momento en que el glaciar abandonaba el valle donde estaba confinado.

En el equipo de científicos ha tomado parte David Serrat, del Departamento de Geodinámica y Geofísica de la UB, coautor también de la primera descripción de campos de drumlins de la isla de Gable (1987), en el canal de Beagle, una cuenca tectónica que conecta los océanos Pacífico y Atlántico, en latitudes subantárticas. Junto a Serrat, han colaborado en el hallazgo Jorge Óscar Rabasa y Federico Ponce, del Centro Austral de Investigaciones Científicas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas argentino (CADIC-CONICET), y Óscar Martínez, de la Universidad Nacional de la Patagonia.

Redacción QUO