Una creencia extendida en los países fríos asegura que todos los carámbanos son cónicos, especialmente si crecen sin corrientes de aire. Pero dos investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá) han comprobado en el laboratorio que no es así.

Las construcciones heladas surgidas en presencia de corrientes desarrollaban curiosos apéndices, algo que no ocurría sin ellas. Estos datos servirán para estudiar la formación de hielo en, por ejemplo, los aviones.

Asimismo, comprobaron que las formaciones de hielo de agua destilada (izquierda) daban lugar a conos más perfectos que los de agua del grifo (derecha).

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Pilar Gil Villar