Según las joyas encontradas en el yacimiento arqueológico de La Almoloya, en Murcia, las mujeres podrían haber sido quienes gobernaban en la primera Edad de Bronce

La sociedad de El Argar se desarrolló en la primera Edad de Bronce, entre el 2200 y 1500 a.C., en lo que hoy es Murcia y Almería, en España. En los dos últimos siglos de su existencia, la cultura argárica se convirtió en la primera organización estatal del Mediterráneo occidental. Los argares tenían fronteras geopolíticas, sistemas de asentamiento, centros urbanos con estructuras y distinciones de clase que persistían después de la muerte.

Uno de sus asentamientos más importantes se encuentra en una colina de Murcia, donde está el yacimiento arqueológico de La Almoloya. Un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona encontró en 2014 una tumba que podría pertenecer a un hombre y una mujer de la clase alta argárica, según dedujeron por los ricos ajuares funerarios que los acompañaban.

La mayor parte del ajuar pertenecía a la mujer, lo que reveló que habría sido la más importante de la pareja. Junto a otros hallazgos en tumbas agráricas, es de suponer que las mujeres tenían un papel importante en el gobierno de El Argar. Los detalles de los diferentes hallazgos se han descrito en la revista Antiquity.

Las mujeres en El Argar

La pareja de la tumba número 38 de La Almoloya está enterrada en una vasija ovoide y los dos vivieron en el mismo tiempo. Esto es bastante diferente de las tumbas dobles argáricas halladas hasta ahora, donde los individuos enterrados vivieron y murieron en momentos diferentes, según revelan los resultados de los análisis de los huesos.

fosa argárica

Vista interior de la fosa 38 de La Almoloya. Fuente: UAB

Un total de 29 ajuares funerarios acompañaban a esta pareja especial. La mayoría estaban alrededor de la mujer, que murió entre los 25 y 30 años, posiblemente de una infección pulmonar. Sus cabellos estaban sujetos con espirales de plata y una especie de pendientes del mismo material que adornaban sus orejas.

También llevaba un brazalete y un anillo de plata. Su cuerpo estaba colocado de espaldas con las piernas dobladas hacia el hombre. Y junto a ella se encontraba una vasija de cerámica adornada con plata, igual que un punzón de madera de roble, símbolo de la feminidad.

Por otro lado, el hombre, de unos 40 años, también fue enterrado con sus propias galas: un anillo de plata que había caído con el paso del tiempo al fondo de la vasija; una daga de cobre con cuatro remaches de plata y unos tapones de oro cerca de las orejas.

La joya de la corona

A pesar de los tesoros que parecen formar estas joyas argáricas, el artefacto más exclusivo de la tumba es una diadema, como una especie de corona, que todavía reposaba sobre la cabeza de ella.

diadema de plata argárica

Diadema de plata de la tumba 38 de La Almoloya. Fuente: UAB

Las diademas tienen una especial importancia en los ajuares funerarios encontrados en las tumbas de mujeres ricas argáricas. Durante el siglo XIX se encontraron cuatro diademas en las tumbas de mujeres de élite, en el yacimiento arqueológico de El Argar, en Almería, lugar que da su nombre a la sociedad. Según los investigadores, las diademas son un indicio del destacado papel que desempeñaban estas mujeres en el gobierno de algunos asentamientos argáricos.

Qué revelan estos tesoros

Según las pruebas genéticas, la pareja tuvo al menos una niña que se encontró bajo un edificio cercano. Roberto Rich, coautor del estudio, explica que “probablemente no se enterraron juntos porque su hija todavía no tenía ningún papel político”.

Al parecer, la tumba 38 se encontraba bajo lo que habría sido una sala de gobierno de un edificio palaciego. El espacio era lo bastante grande como para albergar a unas 50 personas.

El alcance del control económico ejercido por la clase  argárica también se puede ver reflejado en el peso total de la plata hallada en la tumba. El peso de diferentes piezas coincide con equivalencias a monedas mesopotámicas. Según Rich, “podría ser una distribución aleatoria o puede indicar un sistema métrico que refleje ejemplos orientales contemporáneos”.

No existe una tumba igual en toda Europa

La gran cantidad de objetos de plata que acompañan a la mujer de la tumba 38 la hacen especial porque “no existe una igual en toda Europa”, según apunta Rich. “Tampoco conocemos en la Europa de la Edad de Bronce ninguna mujer enterrada en un edificio que cumple los criterios arqueológicos para ser identificado como un palacio o centro de poder”.

El poder en la primera Edad de Bronce

La mayoría de sociedades antiguas se han considerado durante mucho tiempo patriarcales. El doble enterramiento de La Almoloya y otras tumbas argáricas están haciendo que los arqueólogos se replanteen la vida en la antigua península ibérica. ¿Era ella la que ejercía el poder?, ¿tal vez lo compartían?, ¿o lo ejercían en diferentes ámbitos?

Los investigadores sugieren que probablemente tuvieran poder en áreas diferentes. Las mujeres de clases dominantes eran enterradas con diademas y más objetos de calidad que los hombres. A ellos les suelen acompañar espadas y dagas, lo que puede insinuar que los hombres controlaban el ejército, mientras que las mujeres tenían el poder político y de decisión.

Según los investigadores, estos hallazgos añaden más pruebas a las teorías sobre el papel dominante de la mujer en la Europa prehistórica.

REFERENCIAS

Emblems and spaces of power during the Argaric Bronze Age at La Almoloya, Murcia