Las lupercalias era las fiestas rituales romanas a las que sustituyó el día de San Valentín

Lupercales deriva de lupus (lobo, animal que representa a Fauno Luperco, romanización del griego Pan, dios de la fertilidad y de la sexualidad masculina)

En el reinado de Rómulo, las Sabinas fueron raptadas por los latinos y perdieron su fertilidad, Rómulo consultó al oráculo y le dio este consejo;   “Italidas matres, inquit, sacer hircus inito!” («Madres del Lacio, que os fecunde un macho cabrío velludo»), y así comenzaron las lupercalias.

Unos sacerdotes, los Luperco o Luperci (amigos del lobo sacrificaban un perro y un macho cabrío como chupinazo inicial para la fiesta. Después se vestían con sus pieles aunque hay quien relata que iban desnudos alrededor del monte Palatino donde azotaban con sus februa, un látigo de cuero, a todo aquel que encontrasen a su paso. Las mujeres que resultaban alcanzadas tenían el honor de ser purificadas y quedarían embarazadas.

La fiesta se consideró demasiado lasciva para el cristianismo y en  el año 494 se sustituyó la festividad por la del 14 de febrero, fecha en la cual murió martirizado Valentín en el año 270. No se sabía muy bien quien era este santo ni qué había hecho. Pero se le atribuyó la hazaña de casar enamorados que no tenían bendición. Así, la Iglesia Católica a partir del año 494 d.C instauró el Día de los enamorados en la festividad de San Valentín y borró la fiesta pagana de las Lupercales.